¿Qué es el Realfooding?
Cada vez es más común escuchar a mucha gente usar el término “Realfooding” a la hora de referirse a su forma de alimentarse, y es normal. Cada vez más gente está abrazando esta disciplina, que no se trata de una dieta o un régimen, sino más bien, como los “realfooders” afirman, un estilo de vida.
Pero, ¿qué es el Realfooding? Esta práctica, que muchos expertos y profesionales de la dietética y la nutrición, afirman que sirve para combatir trastornos alimenticios, como algunos tipos de obesidad o incluso la diabetes, consiste en abandonar los alimentos ultraprocesados y los aditivos, y consumir casi únicamente productos frescos y sin ningún tipo de modificación, y tratar de que nunca lleguen a usarse más de 5 ingredientes en su elaboración.
Orígenes del Realfooding
Mucha gente atribuye los orígenes del Realfooding, al nutricionista español Carlos Ríos, mientras que otros, al dentista canadiense, Weston Prince. Independientemente del “inventor” o pionero en esta disciplina, este estilo de vida nació para promover el consumo de alimentos sanos, sin ningún tipo de modificación o añadido, con el fin de evitar como los aditivos que se añaden a los productos, afectan de manera negativa a nuestro organismo.
En el año 2017, el Realfooding se hizo un hueco en el panorama de la alimentación a nivel mundial, cuando el nutricionista onubense, Carlos Ríos, comenzó a impulsar el consumo de alimentos sin añadidos o ningún tipo de ultraprocesados, ya que, avalado por muchos expertos, aseguraba que estos eran los responsables de la mayoría de males relacionados con la alimentación en nuestros días.
Conservantes, colorantes, sal, azúcar y otros potenciadores del sabor, como el archiconocido, glutamato monosódico, tenían una relación directa con la diabetes de tipo 2, el cáncer o algunos tipos de obesidad. Estos añadidos, muy comunes en los alimentos ultraprocesados, pueden llegar a provocar incluso adicción a estos, tal y como asegura Carlos Ríos, estudios y miles de expertos en nutrición y dietética.
Principios del Realfooding
El Realfooding permite comer “casi” cualquier cosa. La única y principal premisa es la de ingerir alimentos puros, como lo que realmente son, siempre a ser posible con el menor procesado posible. Esta disciplina anima a disfrutar de los auténticos sabores de los alimentos, sin ningún tipo de modificación.
Esto, animará a muchas personas que pueden sufrir trastornos alimenticios como la diabetes o algunos tipos de obesidad, a adoptar estilos de vida más saludables, sin privarse de comer algunos tipos de alimentos, siempre que estos no sean procesados.
Los “realfooders” clasifican los alimentos en tres categorías, siendo la primera, alimentos totalmente válidos, la segunda, algunos con un ligero proceso de elaboración, por los que se recomienda limitar su ingesta, y por último, un tercer grupo que incluye los ultraprocesados, que quedan totalmente excluidos por los auténticos realfooders.
- Productos Naturales completamente válidos: Cereales y arroz integral, huevos, carne, pescado, frutas, hortalizas y verduras.
- Productos ligeramente procesados permitidos: Aceites, mantequilla, yogures, queso, pan integral, pescados y vegetales en conserva y carnes poco procesadas como el jamón cocido natural o la panceta.
- Productos ultraprocesados y prohibidos: Salsas, alimentos precocinados, refrescos carbonatados, alcohol, zumos embotellados, comida rápida, patatas fritas y snacks de bolsa, galletas y bollería industrial.
El Realfooding nos permitirá consumir libremente los alimentos del primer grupo, limitando ligeramente los del segundo, y por último, se recomienda evitar siempre que sea posible, la ingesta de los del tercer grupo, ya que estos siempre contendrán aditivos como los ya antes mencionados, en grandes cantidades, responsables de diabetes, cáncer u obesidad.
Esta práctica será genial para aquellos a los que les gusta comer y no quieren privarse de nada, aunque al igual que en cualquier estilo de vida saludable, siempre será recomendable dedicar unos 20 o 30 minutos al día a cualquier tipo de actividad física, incluyendo caminar, recomendando también adoptar otras prácticas que apenas requieren esfuerzo y tienen un alto impacto en nuestra salud como el “mindful eating” o alimentación consciente.