Cómo se hace el ayuno intermitente
Cada vez más personas se apuntan al ayuno intermitente, una práctica que combina periodos de ayuno con alimentación, normalmente puesta en práctica con el fin de quemar las reservas de energía de nuestro cuerpo que no hemos usado, la eliminación de toxinas, o incluso para tratar inflamaciones, entre otras cosas. No se trata estrictamente de una dieta, si no que hablamos de un régimen alimenticio que cuenta con cada vez más practicantes, ¿pero pasar horas sin comer, supone algún riesgo? ¿Cuál es la manera correcta y cómo se hace el ayuno intermitente?
Es importante que antes de poner en práctica, uno de los diferentes tipos de ayuno intermitente que existen, consultemos con un Técnico en Nutrición y Dietética, profesionales expertos que estudiarán nuestro caso y nos recomendarán si podemos o no realizar un ayuno intermitente, o cual de ellos es el que más se adapta a nuestro cuerpo y objetivos. Es recomendable que siempre que vayamos a someternos a diferentes tipos de dietas o regímenes, lo tratemos con un profesional antes, ya que el cuerpo de cada persona reacciona de diferentes maneras a estas prácticas.
Como hemos mencionado anteriormente, existen diversos tipos. Cada uno de ellos trata de adaptarse al estilo de vida y características de diferentes personas, teniendo varias ventajas relacionadas. Más adelante veremos algunos de los beneficios del ayuno intermitente, pero antes veamos algunos de los más populares:
- Ayuno Intermitente de un día: El método más “sencillo”, consiste en realizar un ayuno completo de 24 horas, una vez a la semana.
- Ayuno Intermitente 5:2: Consiste en hacer un ayuno diario completo durante dos días a la semana, pero nunca días consecutivos.
- Ayuno Intermitente 12:12: Posiblemente el régimen más sencillo para aquellos que desean iniciarse en esta práctica, ya que podemos ayunar durante nuestras horas de sueño. Consiste en comer con normalidad la mitad del día, para luego poner en práctica el ayuno durante el resto.
- Ayuno Intermitente 16:8: El más popular en este tipo de prácticas, nos permitirá disponer de 8 horas al día para alimentarnos, casi suficiente para tener unas dos o tres comidas diferentes.
- Ayuno Intermitente 18:6: A diferencia de la última, esta modalidad añade dos horas más de ayuno, dándonos un total de 6 horas al día, tiempo suficiente para poder realizar al menos, dos comidas diarias.
Beneficios del ayuno intermitente
A continuación, veamos algunos de los beneficios del ayuno intermitente de manera general, ya que como comentamos anteriormente, los técnicos de nutrición y dietética recomiendan diferentes tipos de esta práctica, dependiendo de la persona, sus características físicas y sus objetivos.
- En primer lugar, esta práctica ayuda a romper nuestra dependencia de ciertas rutinas, como los horarios de comida, regulando los mecanismos naturales del cuerpo como el hambre y la saciedad.
- Mejora la capacidad de reacción, ya que instintivamente, nuestro cuerpo está alerta.
- Nuestro cuerpo entra en un estado de autofagia, es decir, procede a usar y eliminar toda la energía que no hemos usado anteriormente. Este proceso tiene muchos beneficios de por sí, ya que eliminamos toxinas, reducimos la sensación de hinchazón, y facilitamos la quema de grasas.
- Al eliminar toxinas, esta práctica frena el envejecimiento de las células.
Mitos sobre el ayuno intermitente
Por supuesto, tras la popularización de esta práctica, nacieron diferentes rumores, mitos y leyendas sobre este tipo de regímenes alimenticios. Cada día, expertos profesionales de nutrición y dietética, realizan estudios para desmentir estas afirmaciones que han surgido a raíz de la popularización del ayuno intermitente.
En primer lugar, mucha gente afirma que este tipo de dieta, puede provocar fuertes mareos y una sensación de agotamiento general, ya que estamos privando a nuestro cuerpo de nutrientes. Esto solo ocurre a veces durante los primeros días y solo mientras nuestro cuerpo se adapte a este tipo de dieta. Muchos practicantes logran evitarlo, gracias al consumo de tés, infusiones o refrescos durante las horas de ayuno.
Por otra parte, muchos expertos afirman que el ayuno intermitente reduce los niveles de azúcar en el cuerpo. Esto es falso, ya que lo que hace este tipo de dieta es no reducirlos, si no estabilizarlos y contribuir a que estos no se eleven.
También, se han realizado estudios que dicen que las personas que se han sometido a este tipo de dietas, han experimentado un deterioro físico, cansancio, agotamiento y que por último, han perdido masa muscular. A diferencia de otras dietas de adelgazamiento, el ayuno intermitente quema grasa y no músculo, y siempre que se mantenga el consumo de calorías necesario para la actividad física durante las horas que permiten ingerir alimentos, los practicantes del ayuno intermitente no sentirán ni experimentarán agotamiento o un menor rendimiento físico y deportivo.
Por último, recordad siempre consultar con un experto en nutrición y dietética antes de someteros a dietas como el ayuno intermitente, al igual que con otros tipos de dietas como la popular dieta paleo y regímenes diversos. Estos profesionales sabrán recomendaros cual de los ayunos intermitentes se adaptan mejor a vuestras necesidades físicas y objetivos.