Psiconutrición

Mindful Eating o alimentación consciente

mujer relajada comida saludable habitacion plantas

Existe un término que cada vez está ganando más popularidad en el ámbito de la alimentación y los estilos de vida saludables, el Mindful Eating o alimentación consciente. Una práctica sencilla de adoptar, que aporta grandes beneficios y nos permitirá luchar contra diferentes trastornos alimentarios como pueden ser la diabetes de tipo 2 o algunos tipos de obesidad.

Al igual que otras prácticas como el Realfooding, el Mindful Eating es perfecto para aquellas personas que quieren cuidar de su salud a través de la alimentación, y al mismo tiempo, no quieren privarse de nada. A día de hoy y por diferentes razones, como el trabajo u otras cargas de responsabilidad no todo el mundo dispone del tiempo suficiente para pasar horas en el gimnasio, al igual que hay personas a las que les parece imposible adaptarse a una dieta o a un régimen. Estas dos prácticas, son perfectas para ellos.

Es importante destacar, que tanto el Realfooding como el Mindful Eating, son prácticas relativamente “nuevas” en nuestros días, pero ambas han demostrado tener efectos directos positivos en el organismo, a través de diferentes estudios realizados por expertos en nutrición y dietética.

Pero, ¿qué es el Mindful Eating o alimentación consciente? A continuación, explicaremos las principales características de estas práctica que tanta popularidad está ganando en los últimos años, sus principales beneficios y como podrán los interesados iniciarse en ella.

¿En qué consiste el mindful eating?

Principalmente, el mindful eating, es la tendencia que consiste en convertir la rutina y el acto de alimentarnos, en un momento de meditación e introspección. Es decir, concentrarnos únicamente en lo que estamos haciendo en ese momento. Comer. Esta disciplina tiene una relación directa con la filosofía que está ganando fuerza en los últimos años, conocida como el mindfulness, o conciencia plena. 

Para empezar, para realizar correctamente esta práctica y sentir cambios físicos significativos, debemos evitar realizar otras acciones mientras comemos, con el fin de poder concentrarnos en nuestra alimentación, como pueden ser usar el móvil, ver la televisión o hablar con otra persona. 

Una vez seamos conscientes de estas sencillas “reglas”, podremos concentrarnos en la experiencia. Sentir los aromas, disfrutar las texturas y saborear relajadamente. Los gurús de esta técnica, afirman que cuando la mente está concentrada en ver el móvil o la televisión, no puede llegar a sentir todas estas sensaciones que los alimentos y la cocina nos brindan.

Beneficios del mindful eating

Adoptar el Mindful Eating o alimentación consciente como hábito diario en nuestras vidas, nos aportará diferentes beneficios no solo a nivel físico, si no también a nivel mental, como veremos a continuación.

  • Realizar una tarea y concentrarnos en ella, entrenará y nos ayudará a despejar la mente, tener más claridad y ganaremos más capacidad de concentración, incluso a la hora de desempeñar otras acciones.
  • Reduce los niveles de estrés y la ansiedad, aportando una sensación de paz y tranquilidad, similar a la que sentimos cuando meditamos.
  • Al estar concentrado en la alimentación, serás más consciente de tu nivel de hambre, y notarás antes cuando estás saciado, por lo que nunca comerás en exceso.
  • Controlarás y reducirás tu peso corporal. Masticar correctamente la comida y no comer en exceso, te ayudará a combatir trastornos alimenticios, como la diabetes o diferentes tipos de obesidad.
  • Disfrutarás más de los sabores. Concentrado en comer y sin distracciones, tus sentidos podrán dar el 100% al comer.

¿Cómo empezar a practicar el mindful eating?

Iniciarse en esta saludable práctica, al principio puede resultar complicado, al igual que introducir cualquier nuevo hábito o rutina en nuestras vidas, pero a diferencia de otras técnicas para cuidar de nuestra alimentación, apenas requerirá de esfuerzo. Para aquellos que quieran iniciarse en el Mindful Eating, aquí os dejamos algunos sencillos consejos:

  • Come siempre sentado.
  • Evita las distracciones, como tener el teléfono móvil a mano, y apaga la radio o televisión.
  • Para reducir las raciones y la ingesta, puedes usar platos más pequeños, o incluso, por ejemplo, usar una cucharilla en lugar de una cuchara.
  • Antes de empezar a comer, bebe agua, ya que esta te dará una sensación de saciedad. Durante y después de la comida, bebe también todo el agua que puedas.
  • Entre bocado y bocado, deja los cubiertos en la mesa.
  • Aunque al principio te cueste, procura contar cuantas veces masticas la comida. Los expertos recomiendan entre 30 y 50 veces.
  • Concéntrate e intenta identificar los sabores y los diferentes ingredientes de manera individual. Explora.
  • Por último, recuerda, no te obligues a tener que acabar todo el plato, si gracias a esta técnica acabas sintiéndote saciado antes.
¿Te gustaría estudiar una FP Oficial en Dietética?