Psiconutrición

Tipos de obesidad

tipos de obesidad

La obesidad se considera uno de los principales males que azotan no solo a la sociedad mundial, si no en especial a la española. En nuestro país, cerca de un 15% de la población sufre alguno de los tipos de obesidad, mientras que alrededor del 40%, tiene sobrepeso. La mala alimentación y los procesados, el consumo de alcohol o la aparición de nuevos hábitos de la vida moderna como pasar la jornada laboral en el ordenador, o incluso teletrabajando, son las principales causas de esta epidemia que azota al mundo entero.

Pero no todos los casos de obesidad tienen el mismo origen. Las características físicas de cada persona también son un condicionante para padecer esta condición, y los expertos catalogan los tipos de obesidad según la causa de esta, o según la distribución de la grasa corporal. A continuación, veremos algunas de las maneras de clasificar los casos de esta dolencia que cada día afecta a más personas en España.

Tipos de obesidad según la causa

Los tipos de obesidad se clasifican en seis tipos según la causa y origen de esta como veremos a continuación.

  • Dietética: En primer lugar, encontramos el tipo de obesidad más común, que tiene una relación directa con malos hábitos alimenticios y de comportamiento, como podría ser el sedentarismo o la excesiva ingesta de alcohol.
  • Genética: Aparece cuando existen antecedentes familiares de obesidad. No obstante, un estilo de vida saludable puede evitar que la obesidad genética se manifieste.
  • Nerviosa: Menos común, pero más habitual en nuestros tiempos, este tipo de obesidad tiene relación con desórdenes del sistema nervioso, provocados por causas como la ansiedad, el estrés o la depresión, que pueden provocar alteraciones en el mecanismo de saciedad, haciendo que las personas afectadas consuman más alimentos de los que necesitan.
  • Cromosómica: En este caso, la obesidad aparece cuando existen defectos cromosómicos, como podría ser el síndrome de Turner o el de Down.
  • Endocrina: Aquellas personas afectadas por patologías y desórdenes de tipo hormonal o por exceso de insulina o glucocorticoides, pueden ser víctimas de este tipo de obesidad.
  • Medicamentosa: La toma de algunos tipos de fármacos, como los antidepresivos, pueden provocar en algunos casos, la aparición de obesidad.

Tipos de obesidad según la distribución de la grasa

Independientemente de su origen, los expertos también clasifican los tipos de obesidad según como la grasa se distribuya en el cuerpo de los afectados:

  • Distribución homogénea: La grasa queda distribuida uniformemente por todo el cuerpo, sin concentrarse en ninguna zona en concreto.
  • Distribución periférica: En este tipo de distribución, más común en las mujeres, la grasa se concentra en la zona de los glúteos, caderas y muslos.
  • Distribución abdominal: En este caso, más común entre los hombres, y como su nombre indica, la grasa queda concentrada en el abdomen.

Tratamientos contra la obesidad

Aunque normalmente, dependiendo del origen y causa que tenga la obesidad, estas tienen diferentes formas con las que lidiar con ellas, la mayoría de los tipos coinciden en que pueden tratarse con un cambio en los hábitos de vida y alimentación. 

En primer lugar, muchas de las personas que sufren de obesidad, han abrazado un estilo de vida sedentario, y en los pacientes que sufren los casos más extremos de esta patología, empezar unos hábitos físicos más saludables como empezar a hacer deporte, es casi imposible. Aún así, los profesionales expertos aseguran que se puede luchar contra la obesidad, con simples y sencillos cambios en la alimentación, y caminando tan solo 20 minutos al día.

A la hora de cambiar los hábitos de alimentación, mucha gente encuentra aquí el mayor problema, pero gracias al trabajo de los expertos en nutrición y dietética, se ha demostrado que esta no tiene por qué ser una barrera para combatir la obesidad. Es importante ser consciente, que en los casos más graves, es mandatorio consultar con expertos debidamente formados para tratar la obesidad a través de dietas y regímenes, a través de la disciplina conocida como la dietoterapia.

Los sencillos cambios en nuestros hábitos alimenticios que comentabamos anteriormente, son disciplinas o técnicas que se han popularizado en los últimos años. La primera de ellas, es la que se conoce como el “Realfooding”, un hábito muy beneficioso para nuestra salud, que podemos cumplir de una manera tan sencilla como cumplir unas sencillas normas a la hora de realizar la compra.

El Realfooding consiste en evitar la ingesta de alimentos procesados, o que hayan sido elaborados usando más de 5 ingredientes. Esta práctica ha demostrado ser un gran aliado para combatir la obesidad y la diabetes, además de ser un hábito al que es sencillo adaptarse, ya que nos permitirá comer prácticamente de todo.

Por otra parte, el último grito en prácticas para mejorar nuestro hábitos alimenticios y que ha demostrado tener un efecto directo en la salud y para combatir la obesidad, se trata del Mindful Eating o alimentación consciente. Esta sencilla técnica consiste en centrar nuestra atención en comer, es decir, evitar realizar otros actos durante la ingesta de alimentos, como pueden ser usar el teléfono móvil, ver la televisión o hablar. 

El Mindful Eating nos permitirá concentrarnos en sencillas acciones que tienen un efecto directo en nuestra salud y que podremos adoptar como hábitos en nuestra rutina diaria, como pueden ser masticar la comida lo suficiente o beber regularmente agua antes, durante y después de comer.

A través de sencillos cambios en nuestra rutina como el Realfooding o el Mindful Eating, lograremos notar cambios positivos en nuestra salud a corto plazo, y lograr combatir la obesidad y otros trastornos alimenticios sin hacer grandes sacrificios ni privarnos de comer lo que nos gusta.

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